lunes, 7 de mayo de 2012

Triunfo de las películas sonoras




En febrero de 1927, fue firmado un acuerdo por cinco importantes productoras de Hollywood—las llamadas Dos Grandes, Paramount y MGM, así como First National (una vez en el ranking de la indutria junto con Fox, pero ahora en declive), la de medio tamaño Universal, y la pequeña pero prestigiosa Producers Distributing Corporation (PDC) de Cecil B. DeMille—para seleccionar colectivamente sólo un proveedor para la conversión de sonido. El grupo de las cinco entonces se puso cómodo y esperó para ver que tipo de resultados proponían los precursores. En mayo, Warner Bros. revendió sus derechos de exclusividad a ERPI (junto con la sublicencia Fox-Case) y firmó un nuevo contrato de regalía similar al de Fox para el uso de la tecnología de Western Electric. A medida que Fox y los Warner avanzaron con el cine sonoro en diferentes direcciones, tanto tecnológicamente como comercialmente—Fox con noticiarios y después dramas musicales, los Warner con películas habladas—también lo hizo ERPI, que buscó hacerse con el mercado firmando con cinco importantes aliados.


Todas las películas sonoras de grandes sensaciones del año se aprovecharon de las celebridades preexistentes. El 20 de mayo de 1927, en el Teatro Roxy de Nueva York, Fox Movietone presentó una película sonora del despegue del célebre vuelo a París de Charles Lindbergh, grabado más temprano ese mismo día. En junio, un noticiario sonoro de Fox se muestra presentando su bienvenida de vuelta a Nueva York y Washington, D.C.. Estas fueron las dos películas sonoras más aclamadas hasta la fecha.[24] También en mayo, Fox estrenó la primera película de Hollywood de ficción con diálogo sincronizado: el corto They're Coming to Get Me, protagonizado por el címico Chic Sale.[25] Después de reestrenar unos pocos éxitos de películas mudas, como El séptimo cielo, con música grabada, Fox sacó su primera película original Movietone el 23 de septiembre: Amanecer, por el aclamado director alemán F. W. Murnau. Como con Don Juan, la banda sonora de la película estaba compuesta de música y efectos de sonido (incluyendo, en un par de escenas llenas de gente, conversaciones no específicas). Luego, el 6 de octubre de 1927, se estrenó El cantante de jazz de Warner Bros.. Fue un exitazo en taquilla para el estudio de tamaño medio, ganando un total de 2.625 millones de $ en los Estados Unidos y en el extranjero, casi un millón de dólares más que el anterior récord para una película de los Warner.[26] Producida con el sistema Vitaphone, la mayor parte de la película no contiene audio grabado en directo, dependiendo, como Amanecer y Don Juan, en su música y efectos sonoros. Cuando la estrella de la película, Al Jolson, canta, no obstante, la película cambia a sonido grabado en el plató, incluyendo tanto sus interpretaciones musicales como dos escenas con discurso improvisado—uno del personaje de Jolson, Jakie Rabinowitz (Jack Robin), dirigiéndose a la audiencia de un cabaré; el otro un intercambio de opiniones entre él y su madre. Aunque el éxito de El cantante de jazz fue debido en gran parte a Jolson, ya establecido como una de las más grandes estrellas musicales de Estados Unidos, y su uso limitado de sonido sincronizada apenas se calificaba como una innovadora película sonora (sino como la "primera"), los considerables beneficios fueron prueba suficiente para la industria de que valía la pena invertir en la tecnología.


El desarrollo del cine sonoro comercial había avanzado a rachas antes de El cantante de jazz, y el éxito de la película no cambió las cosas de la noche a la mañana. No fue hasta mayo de 1928 que los cuatro principales reacios (PDC había abandonado la alianza)—junto con United Artists y otros—firmaron con ERPI para la conversión de las instalaciones de producción y los teatros para el cine sonoro. Inicialmente, todos los teatros cableados por ERPI fueron hechos compatibles con Vitaphone; la mayoría estaban equipados para proyectar bobinas Movietone también.[27] Incluso con el acceso a ambas tecnologías, no obstante, la mayoría de las empresas de Hollywood continuaron siendo lentas para producir películas habladas propias. Ningún estudio aparte de Warner Bros. estrenaron ni una película con partes sonoras hasta que el pequeño Film Booking Offices of America (FBO) estrenó Perfect Crime el 17 de junio de 1928, ocho meses después de El cantante de jazz.[28] FBO había caído bajo el control efectivo de un competidor de Western Electric, la división RCA de General Electric, que estaba buscando comercializar su nuevo sistema sound-on-film, Photophone. A diferencia del Movietone de Fox-Case y el Phonofilm de De Forest, que eran sistemas de densidad variable, Photophone era un sistema de área variable—un refinamiento en la manera que la señal de audio era inscrito en el celuloide que se convertiría finalmente en la regla. (En ambos sistemas, una lámpara especialmente diseñada, la exposición de cual con el celuloide es determinada por la entrada de audio, es usada para grabar el sonido fotográficamente como una serie de líneas minúsculas. En un proceso de densidad variable, las líneas son de oscuridad variable; en un proceso de área variable, las líneas son de anchura variable.) Para octubre, la alianza FBO-RCA llevaría a la creación de un nuevo e importante estudio de Hollywood, RKO Pictures.


MIentras tanto, Warner Bros. había estrenado tres películas habladas más en la primavera, todas rentables, pero no al nivel de El cantante de jazz: en marzo apareció The Tenderloin; fue nombrada por los Warner como la primera película en donde los personajes pronunciaban sus partes, aunque sólo 15 de sus 88 minutos tenían diálogo. En abril le siguió Glorious Betsy y The Lion and the Mouse (31 minutos de diálogo) en mayo.[29] El 6 de julio de 1928 se estrenó la primera película completamente hablada, Lights of New York. La película costó a Warner Bros. sólo $23.000 para producirse, pero ganó $1,252 millones, una tasa récord de rendimiento superando el 5.000%. En septiembre, el estudio estrenó otra película con partes habladas con Al Jolson, The Singing Fool, que dobló con creces el récord de beneficios de El cantante de jazz para una película de los Warner.[30] Este segundo éxito de pantalla de Jolson demostró la capacidad de una película musical de transformar una canción en un éxito nacional: el siguiente verano, el número de Jolson "Sonny Boy" se había anotado unas ventas de 2 millones de discos y 1,25 millones de partituras.[31] En septiembre de 1928 se estrenó Dinner Time de Paul Terry que fue uno de los primeras dibujos animados producidos con sonido sincronizado. Después de ver esto, Walt Disney decidió hacer uno de sus cortos de Mickey Mouse, Steamboat Willie, también con sonido.


A lo largo de 1928, a medida que Warner Bros. comenzó a recoger grandes beneficios debido a la popularidad de sus películas sonoras, los otros estudios aceleraron el ritmo de su conversión a la nueva tecnología. Paramount, el líder de la industria, sacó su primera película hablada a finales de septiembre, Beggars of Life; aunque tenía sólo unas pocas líneas de diálogo, demostró el reconocimiento del estudio del poder del nuevo medio. Interference, la primera película completamente hablada de Paramount, debutó en noviembre. Las expectactivas cambiaron rápidamente, y la "moda" de 1927 se convirtió en un procedimiento estándar para 1929. En febrero de 1929, dieciséis meses después del debut de El cantante de jazz, Columbia Pictures fue el último de los ocho estudios que serían conocidos como "grandes" durante la Edad de Oro de Hollywood en estrenar su primera película con partes habladas, Lone Wolf's Daughter.[32] La mayoría de los cines estadounidenses, especialmente fuera de áreas urbanas, no estaban aún equipados para el sonido y los estudios no estaban completamente convencidos del interés universal de las películas habladas-a medidados de los años 1930, la mayoría de las películas de Hollywood eran producidas en versiones duales, tanto muda como sonora.[33] Aunque pocos en la industria lo predijeron, el cine mudo como un medio comercial viable en los Estados Unidos sería pronto algo más que un recuerdo. La última película mayoritaria completamente muda sacada por uno de los estudios grandes de Hollywood fue el western Points West de Hoot Gibson, estrenado por Universal Pictures en agosto de 1929.[34] Un mes antes, la primera película completamente en color y completamente hablada se había estrenado públicamente: On with the Show! de Warner Bros.


El cine sonoro una nueva forma expresiva



Las nuevas técnicas, el espíritu creativo y emprendedor de los cineastas y la búsqueda del más difícil todavía, hizo que se impusiera el cine sonoro, acabando, no sin dificultades y dejando a mucha gente en el camino, con el cine mudo. Cuando el cine sonoro demostró su rentabilidad, las películas mudas, a pesar de su arte, quedaron condenadas a pasar a la historia. El cine mudo había durado 35 años.

En 1926 se estrenó en Nueva York Don Juan, con efectos sonoros y una partitura sincronizada y posteriormente varios cortos que fueron perfeccionando los dos sistemas, el Vitaphone (la Warner) y en competencia el Movietone (la Fox). El 6 de octubre de 1927 se estrenó El cantor de jazz (The Jazz Singer), considerada la primera película sonora de la historia del cine, que hizo tambalear todos los planes del momento del cine mudo. Hacia 1930 el sonoro era un hecho, y el cine mudo había sido definitivamente vencido.

En el mundo de los actores se produjo el pánico, ya que temieron, y con razón, que sus voces no fueran adecuadas a los cambios, y todos fueron obligados a «pruebas de voz». A pesar de que la mayoría de los actores superaban las pruebas, actores significativos, aunque no por causa de la voz, quedaron en el camino (John Gilbert, Buster Keaton...).

«El cine sonoro no era simplemente el mudo con sonido incorporado, sino una nueva forma de expresión que tenía que reconciliar lo real (la grabación precisa de palabras y sonidos) con lo irreal (la imagen bidimensional), mientras que el cine mudo había sido una unidad armoniosa, completa por sí misma». (Planeta, 1982).

Algunos directores de fotografía afirman que el cine sufrió un inmenso retroceso al llegar el sonoro, pues limitó enormemente las posibilidades creativas del mismo. Cierto es que perdió con celeridad cierta fluidez, creatividad y ritmo, y tal vez sufrió unos años de retraso el avance imparable en el que se veía inmerso el lenguaje cinematográfico. Las cámaras hacían mucho ruido, y las filmaciones debían hacerse en riguroso silencio. Los micrófonos lo captaban todo y al mismo tiempo no se entendían correctamente las voces de los actores. El operador, encerrado en una cabina insonorizada no se enteraba de nada que no veía, lo que ralentizaba el trabajo y hacía perder agilidad a los movimientos narrativos.

Algunos historiadores del cine dicen, no obstante, que afirmar lo anterior es magnificar el problema, ya que en muy poco tiempo se montaron las cabinas para la cámara sobre ruedas y enseguida se blindaron las cámaras insonorizándolas totalmente, con lo que recuperaron la movilidad anterior. Hacia 1928 se habían superado la mayoría de los problemas técnicos con los que se inició el cine sonoro, se inventó la «jirafa», el micrófono que se coloca en lo alto de la escena y se evitaron así las cámaras insonorizadas, pesadas y aparatosas, que impedían la movilidad en las escenas.

Historia del Sonido en el Cine!!!!


Anteriormente al cine sonoro ya existía el sonido en el cine. Los cineastas y proyectistas se habían preocupado de ello, pues el cine nace con voluntad sonora. En las primeras filmaciones cortas en que aparecen actores y actrices bailando, el espectador no oye la música, pero puede observar sus movimientos. Por otra parte, rara vez se exhibían las películas en silencio. Los hermanos Lumiére, en 1897, contrataron un cuarteto de saxofones para que acompañase a sus sesiones de cinematógrafo en su local de París y hubo compositores de valía, como Saint-Saéns que compusieron partituras para acompañar la proyección de una película. Músicos y compositores tenían en el negocio del cine mudo una fuente de ingresos. No sólo la música, también los ruidos y acompañamiento tenían cabida en el cine mudo, por lo que algunos exhibidores disponían de máquinas especiales para producir sonidos, tempestades o trinar de pájaros. Cierto es que este sistema era solamente posible en grandes salas, en ciudades o lugares de público pudiente, y escasamente podía apreciarse en pueblos o lugares alejados. Todos los instrumentos eran válidos para hacer música en el cinematógrafo aunque el piano (y la pianola) era normalmente el más apetecido.

Algunos experimentos habían demostrado que las ondas sonoras se podían convertir en impulsos eléctricos. En el momento en que se logró grabar en el celuloide esta pista sonora, se hizo posible ajustar el sonido a la imagen, y por lo tanto hacer sonoro el cine.
Thomas Alva Edison, uno de los inventores del cinematógrafo, había conseguido grabar la voz humana en su fonógrafo en el año 1877. No fue el primero, ya que Muybridge gravó la progresión del galope de un caballo en 1972. Estos dos precursores sientan las bases de los inventos posteriores. En el caso del cine, el problema que no se conseguirá solucionar de manera rentable y eficaz hasta después de la Primera Guerra Mundial será la sincronización de sonido e imagen.





Extraído de http://www.cinesa.es

En el año 1893, el físico francés Démeny inventó lo que se llamó fotografía parlante. Charles Pathé, uno de los pioneros del cine, combinó fonógrafo y cinematógrafo, llegando a fabricar unas 1900 películas cantadas. Y también en la misma época, Léon Gaumont desarrolló un sistema de sonorización de films parecido, que presentó en la Exposición Universal de París de 1902. Otros inventos posteriores, el de Eugène Lauste y el de Messter Baron y Ruhmer, en la segunda década del siglo XX, son importantes como primeros experimentos, pero no llegaron a buen término a causa de la mala calidad del sonido resultante o problemas con la sincronización.

Así, en 1918, es patentado el sistema sonoro llamado TriErgon, que permitía la grabación directa en el celuloide. Pero no será hasta el año 1922 que Jo Engel, Hans Vogt y Joseph Massole presentan el primer film, Der branstifer, que lo utiliza incorporando las aportaciones del ingeniero norteamericano Lee de Forest. El sistema que usan estos alemanes dará lugar al llamado Movietone, que será utilizado por la Fox antes de la estandarización y al llamado Tobis Klangfilm.

En 1923, el ya mencionado Lee de Forest presenta su invento definitivo y establece las bases del sistema que finalmente se impuso. El Phonofilm resolvía los problemas de sincronización y amplificación del sonido, porque lo grababa encima de la misma película. A pesar del éxito logrado con la proyección de una secuencia de The Covered Wagon, la falta de financiación postergó la implantación del invento hasta el año 1925. Los empresarios que dominaban el sector no creyeron en él en aquel momento, porque la adopción del sonoro implicaba una fuerte inversión, ya que había que adaptar los estudios y todas las salas de proyección.
En 1925, la compañía Western Electric decide apostar por Lee de Forest y, en el año 1926, se inició la producción bajo la tutela de la Warner Brothers que, con esta apuesta, pretendía superar una mala situación económica. Y así ese año presentaban cinco cintas en que la imagen convivía con el sonido gracias al sistema Vitaphone de sincronización disco-imagen. Éstas consistían en un discurso de William Hays, una pieza interpretada por la New York Philarmonic Orchestra, una pieza de violín tocada por Mischa Elman, una audición de la cantante Anna Case y la película de Alan Crosland, Don Juan, con John Barrymore como protagonista y en la que se había añadido una partitura interpretada por la orquesta antes citada.